viernes, 13 de febrero de 2009
Sí al Cineclub
Para ser sinceros, no acabo de entender muy bien el problema que ha surgido entre el Cineclub (sito en el antiguo cine Moderno) y el Ayuntamiento. Parece ser que todo se reduce a un tema de presupuestos y subvenciones, necesarias para que esta ya veterana institución pueda seguir funcionando.
Por lo visto, este año se les ofrecía la mitad del dinero que recibieron la temporada pasada y no les hizo mucha gracia, por lo que protestaron formalmente. Todavía andan discutiendo sobre si al final no lo aceptaron (como dice la concejala de Cultura) o directamente no se lo concedieron. El caso es que el dinero no ha llegado y parece que el Cineclub se puede ir al garete tras 32 años de existencia. Lógicamente, uno de los bandos miente y eso es algo que sospecho que tendrá que decidir finalmente un juez.
Pero lleve quien lleve razón, lo triste es que entre pitos y flautas puede que esté a punto de desaparecer el último cine en activo del centro de Guadalajara. El Luengo es ahora un edificio de oficinas y el Imperio una ruina (que está pidiendo a gritos una segunda oportunidad), sólo queda el Moderno. Un paso más hacia la progresiva muerte de la ciudad como ente propio, hacia su transformación definitiva en ciudad-dormitorio de Madrid. ¿De verdad en una ciudad con más de 80.000 habitantes sólo hacen falta unos multicines?, ¿Nadie va a añorar un local, como el Cineclub, en el que se pueden ver películas fuera de cartelera a un precio razonable?
Es más, aparte del Cineclub, que suele apostar por títulos más culturales, ¿no estaría bien tener un local en el que poder volver a ver películas como Superman, El Padrino o La Última Cruzada, por poner tres ejemplos, en pantalla grande? Y con palomitas de las rancias, a poder ser, de las que se vendían dentro de una bolsa de plástico... Ver más...
miércoles, 11 de febrero de 2009
Si ha colado todos estos años...
... me imagino que seguirá colando. Eso mismo deben pensar los responsables de que el trayecto en coche por la Carrera hacia Santo Domingo sea lo más parecido a un rally por los patatales de Villabujeros que se puede disfrutar en una capital de provincia.
Esto es como cuando de pequeño me decían que hiciera la cama, que pensaba: total, si por la noche la voy a volver a deshacer. Pues aquí lo mismo, para qué van a tapar bien los agujeros de las tabanqueras de los encierros, si al año siguiente van a tener que volver a colocarlas. Igual es su forma de liberar de coches el centro: cargándoselos a base de baches. El problema es que cualquier peatón que se despiste, se puede quedar también sin tobillo. Daños colaterales.
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lunes, 9 de febrero de 2009
De adoquines y parches
Andando por Europa de Interrail, un amigo arquitecto me confesó que una de las cosas que más le irritan de las ciudades españolas en general, y de Guadalajara en concreto, es lo mal que está el suelo, lo feo que es. El caso es que paseando por varias localidades alemanas, grandes y pequeñas, me obligó a fijarme en sus aceras y... caramba, parece una tontería pero es verdad. Allí todo está perfectamente cuidado y acorde con la ciudad, mientras que aquí la mayoría de aceras parecen sacadas de un sucio y descuidado paseo de playa, cuando no están directamente destrozadas o mal colocadas.
Pues bien, no hace falta moverse demasiado para encontrar un paseo en pésimas condiciones. Enfrente mismo del Ayuntamiento, en el nacimiento de
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