Y un ñordo, con perdón. En concreto el que me encontré entre arbolito y arbolito el otro día. Entre el kiosko eternamente cerrado, la desaparición del puesto de chucherías del... ejem, de enfrente de los Maristas, y el pedestal vacío, la plaza sufre del síndrome de Karina. Ya saben, cualquier tiempo pasado...
Con lo maja que quedaría una fuente, algo de césped y una terracita, caray. Sería una placita con encanto, pero eso en Guada debe ser hasta ilegal.