viernes, 12 de diciembre de 2008

Caminando sobre las aguas


Volvemos al barrio de la estación, pero esta vez no para fijarnos en su carretera, sino en sus aceras. Es por todos conocido que el agua en Guadalajara es un cachondeo: mientras el resto de España disfruta de sus pantanos hasta los topes, nosotros los tenemos más vacíos que la biblioteca de un instituto público. Y es que de nuestras reservas chupa Murcia, chupa Castilla-La Mancha y chupa un poco también Madrid (que aprovecha lo que saca para vendérselo a Murcia, tengo entendido).
Pero lo que no sabía es que tenemos un as bajo la manga, nuestros taimados gobernantes se dejan sorber los recursos hidráulicos a sabiendas de que contamos con una reserva casi inagotable en Francisco Aritio, donde no hay tal cantidad de charcos que podríamos pasarnos el invierno comiendo ancas de rana.

No me extraña que los estudiantes prefieran jugarse la vida a correr por esa acera, porque con lo aguilillas que están ultimamente en Tráfico igual les ponen una multa por no tener el carné de patronos de barco.

Y es que sólo hay que ver como está de bien conservada la acera... total, por un par de tobillos. Ver más...

jueves, 11 de diciembre de 2008

¿Para qué sirve y por qué está tan sucio?


Volvemos a uno de los principales parques de Guadalajara, si no el principal, para hablar sobre el palomar, ese gran desconocido. Porque, ¿para qué sirve exactamente?, ¿Para guardar cosas?, ¿Para asustar a los niños?, ¿Para que orine la peña Caracol?, ¿Para experimentar con cultivos mutantes en ese huertecito que tiene?, ¿Para dar cobijo a Candyman?, ¿Para hacer bonito?
No, está claro que para hacer bonito no sirve porque además está lleno de pintadas y parece más sacado del Bronx que de un parque con vocación infantil. Y esa es otra, ya que no sabemos para que diablos sirve, podía al menos quedar bien. Pero no, el abandono es patente y le da un aspecto de suciedad al parque que para si querrían muchos suburbios.
Se conoce que ya puestos a copiar a los americanos en todo (que está muy bien, yo devoro hamburguesas y me pirra el cine comercial), hemos decidido que nuestros parques también tienen que parecer presos de las bandas callejeras. Total, si los niños habíamos quedado ya en que no cuentan.

P. D. Un poco de feedback: sí, cierto, muy cierto. A mí también me pone enfermo el semáforo del puente árabe porque a la mínima siempre pitan los de detrás. En cuanto pueda, vuelvo a bajar a la zona. Anímense a mandar más quejas por aquí o por el mail (lacanica@ono.com), que cuanto más contenido tenga, más ruido hará esto. Ver más...

miércoles, 10 de diciembre de 2008

De peligros matutinos

Son varios los avisos que me han llegado sobre la situación del barrio de la estación, en concreto Francisco Aritio, pero lo que me he encontrado esta mañana al llegar ha sobrepasado mis expectativas. Empezaremos hoy por los pasos de cebra.
Si ya fastidia tener que madrugar para coger un tren que hace más paradas que Robinho al encarar (benditos CIVIs), el tener que jugarte la vida cada mañana para cruzar hacia la acera de la estación debe ser la puntilla. Desde la zona del aparcamiento hasta la puerta de la esquina, por donde se accede a la carrera cuando sabes que llegas justito, no hay un mísero paso de cebra, lo que provoca que los atacados estudiantes tengan que sortear coches cual liebrecillas en la autopista para no llegar tarde a clase.

En esta foto se aprecia: en primer plano el paso de cebra, la primera a la derecha el aparcamiento y al fondo, en lontananza la estación. Total, que para cruzar en condiciones tienen que ir hacia atrás, como los cangrejos.

Este paseíllo, por ejemplo, ¿dónde desemboca?, ¿En el suicidio?, ¿No podrían poner ahí el paso de cebra aprovechando el semáforo?

A fondo, detrás de la grua, está la puertecilla de acceso.

He aquí por fin el siguiente paso de cebra, pasada ya la estación.

Luego se extrañan de que los jóvenes pasen de ir a votar. Ver más...

lunes, 8 de diciembre de 2008

Visita frustrada al Hayedo


Hoy, por ser festivo, ampliaré el marco de acción del blog a la provincia, en concreto al norte, donde se encuentra el parque natural Hayedo de la Tejera Negra; una visita más que recomendable para conocer de primera mano los muchos tesoros que alberga Guadalajara... y descubrir lo diferente que es nuestro paisaje del de La Mancha, donde se nos suele englobar por aquello de la comunidad.
Sólo una queja: ya que para acceder es necesario hacer una reserva (al menos en Otoño) y en ella se solicitan datos como la dirección de correo electrónico y el número de teléfono móvil, ¿sería tan complicado avisar a las visitas inscritas cuando el clima no acompaña y es imposible el acceso al parque? A ver si es que va a ser verdad lo del abuelo de Majaelrayo y la tecnología no ha terminado de llegar a la zona. Eso sí, lo que no cuela a este ritmo es lo de que el Madrid sea campeón de Europa.

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