La ruta de los gord... del colesterol

Quien más, quien menos ya es consciente de que el verano está a la vuelta de la esquina y se acerca el punto crítico para la operación bikini; como se retrase más el asunto, otro año más sin lucir tipito en la playa de turno. Así que, ¿qué mejor que ponerse a andar/correr por la pista más transitada de nuestra ciudad en cuanto a footing se refiere?

Pues bien, hay que agradecerle a las mentes pensantes del Ayuntamiento la creación de la llamada "ruta del colesterol", sembrada de maquinas de gimnasio a prueba de elementos (lluvia, nieve y... gamberros) para que los los alcarreños nos pongamos a tono. El escaso par de veces que he logrado levantar mi trasero del sofá para dar un paseo por allí siempre la he visto rebosante de actividad. P sea, la idea era buena. Funciona. Pero... (siempre hay un pero), puestos a hacer algo así, ¿hacía falta colocarla justo al lado de la A-2?

Quiero decir, ya que vas a hacer ejercicio... ¿es necesario tragarse a pleno pulmón la contaminación del millar de camiones y coches que circulan a todas horas por la autovía? Porque no me dirán que la raquítica fila de árboles que hace de separación se lo traga todo. Vamos, es que es como poner a Woody Allen de árbitro en un combate de K-1.

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Trampa para trompas

Que conste que tenía pensado alejarme esta semana kilómetros de la zona de la Diputación, pero el viernes por la noche un buen amigo y lector habitual (el que se queja de los anónimos... ese, ese) casi se tuerce el tobillo en las inmediaciones y es de ley publicar la queja.

Debo confesar que mi primera reacción fue reírme y cuestionar su sobriedad, pero al día siguiente, cuando me enseñó el bache en cuestión, reconocí mi error. Como vayas despistado te puedes dejar el tobillo en el acto. Supongo que no me había cuenta hasta el momento porque, como siempre está lleno de coches con el distintivo de los juzgados (y eso que tienen un garaje inutilizado en el edificio), no se atisba apenas un centímetro de calzada libre. Eso sí, hoy la policía me ha perdonado una multa por aparcar en la plaza de Beladiez sin el citado cartelito. Y encima, como habían aparcado en doble fila delante mío (que raro), he podido dejar el coche ahí toda la mañana. No hay mal que por bien no venga.


P.D. Tampoco hay mal que cien años dure, así que a ver si habilitan los aparcamientos del edificio y los caraduras estos, que ya no se cortan un pelo ni aunque taponen la salida de los garajes de la plaza, dejan de hacer lo que les de la gana. Ver más...