Mira que habrá lugares para pegar carteles y estampar firmitas, así a bote pronto su puñetera casa, por ejemplo. Pero no, siempre tiene que haber algún tonto que haga las dos cosas en el lugar menos oportuno. Una parada de autobús, por ejemplo.
La verdad es que no es nuevo, en la universidad solía entretenerme leyendo las pegatinas "reivindicativas" que tapaban el horario de autobuses mientras me hartaba a esperar. Pero claro, me sabía las paradas y los horarios. No caía en la cuenta de lo molesto que es ir a mirar algo que necesitas urgentemente y ver que un niñato (o dos) te lo han tapado con pegatinas de tal o cual panfleto, grupo o manifestación, o con la típica firma cutre de adolescente encapuchado con olor a choto.
Aunque por otro lado, me ahorraron un disgusto. Porque total, viendo lo bien que funcionan los autobuses de Guada (que pasan a su hora... o sea, a la que les da la gana), igual me había deprimido y me había vuelto a casa sin más. Mejor así, no cabe duda. ¡Gracias, señor zoquete!
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capitulo 159. Y ESTE SÁBADO, BOLO.
Hace 12 años