La verdad es que no es nuevo, en la universidad solía entretenerme leyendo las pegatinas "reivindicativas" que tapaban el horario de autobuses mientras me hartaba a esperar. Pero claro, me sabía las paradas y los horarios. No caía en la cuenta de lo molesto que es ir a mirar algo que necesitas urgentemente y ver que un niñato (o dos) te lo han tapado con pegatinas de tal o cual panfleto, grupo o manifestación, o con la típica firma cutre de adolescente encapuchado con olor a choto.
Aunque por otro lado, me ahorraron un disgusto. Porque total, viendo lo bien que funcionan los autobuses de Guada (que pasan a su hora... o sea, a la que les da la gana), igual me había deprimido y me había vuelto a casa sin más. Mejor así, no cabe duda. ¡Gracias, señor zoquete!