(Pocas) Luces de Navidad

No voy a opinar sobre el hecho de que aún no haya terminado noviembre y ya tengamos buena parte de los adornos navideños colocados. Bienvenida sea la previsión. Pero, eso sí, ya que lo hacemos todo con tiempo, digo yo que se podría evitar casos como este en Bardales, ¿no? Ya no es que el adorno esté menos centrado que Ronaldinho en el fútbol, es que está directamente apoyado e incrustado en un tejadillo de ramitas de madera, como las de un nido, con el consiguiente peligro que conlleva tratándose de una instalación eléctrica.
Lo normal es que no pase nada, pero no costaba nada colocarlo bien... aunque fuera por hacer bonito, vamos.
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Ni come, ni deja comer

Hay calles en Guadalajara que son como el perro del hortelano, ni benefician a los conductores, ni a los peatones. Tal es el caso de Manuel Medrano, por cuyas aceras no cabe un peatón más grueso que Kate Moss y donde peligran muchas veces los retrovisores de los coches más anchos. La culpa es de los vehículos mal estacionados, obviamente, pero puestos a perder de todas formas la acera derecha, podrían quitarla y poner zona azul, liberando la carretera y dejando espacio a los peatones por la izquierda.


Y de paso, podían reasfaltarla. Vamos, digo yo.

Y ya puestos, arreglar un poco sus aceras, ¿no?

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No todo van a ser reprimendas en este blog, hoy toca aplaudir a quién sea el responsable porque si ayer por la tarde me quejaba de que en el Jardinillo había dos contenedores abiertos, con el consiguiente riesgo para niños y mascotas, por la noche me los encontré vallados, igual que otro en Boixareu Rivera. Arreglados no estaban, vale... pero por lo menos habían reparado en ellos.
Además, resulta que por fin están arreglando la calle del Capitán Luis Pizaño, una de esas grandes olvidadas del centro que desde que tengo uso de razón han estado llenas de baches y charcos, "a lo Kosovo".


¿Iluminarán de paso el callejón que la une con la plaza del General Prim para que dejen de orinar los borrachos en fin de semana?

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¿Soterrados?

Los fines de semana en la capital alcarreña es lo que tienen, que a todo el mundo le da por salir, incluido a los soterrados. Y el de la plaza Fernando Beladiez, sobre la que ya hablamos el viernes y volveremos a hablar en el futuro, está en una zona muy golosa, tan cerquita de los bares de Bardales. Una imagen muy apetecible para los transeúntes, con la basura fuera del cubo incluida en la postal.



Todo hay que decirlo, hoy lunes ya está arreglado... sólo ha pasado dos días con sus vergüenzas al aire. ¿Cuánto tardarán en hacer lo mismo con estos dos del Jardinillo, que han amanecido mirando al cielo?
He oído por ahí que este tipo de averías son muy comunes en otras ciudades con contenedores soterrados, pero lejos de servirme como excusa me ha recordado un dicho popular: "Manolete, si no sabes torear, pa' qué te metes".

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