Volvemos a uno de los principales parques de Guadalajara, si no el principal, para hablar sobre el palomar, ese gran desconocido. Porque, ¿para qué sirve exactamente?, ¿Para guardar cosas?, ¿Para asustar a los niños?, ¿Para que orine la peña Caracol?, ¿Para experimentar con cultivos mutantes en ese huertecito que tiene?, ¿Para dar cobijo a Candyman?, ¿Para hacer bonito?
No, está claro que para hacer bonito no sirve porque además está lleno de pintadas y parece más sacado del Bronx que de un parque con vocación infantil. Y esa es otra, ya que no sabemos para que diablos sirve, podía al menos quedar bien. Pero no, el abandono es patente y le da un aspecto de suciedad al parque que para si querrían muchos suburbios.
Se conoce que ya puestos a copiar a los americanos en todo (que está muy bien, yo devoro hamburguesas y me pirra el cine comercial), hemos decidido que nuestros parques también tienen que parecer presos de las bandas callejeras. Total, si los niños habíamos quedado ya en que no cuentan.
P. D. Un poco de feedback: sí, cierto, muy cierto. A mí también me pone enfermo el semáforo del puente árabe porque a la mínima siempre pitan los de detrás. En cuanto pueda, vuelvo a bajar a la zona. Anímense a mandar más quejas por aquí o por el mail (lacanica@ono.com), que cuanto más contenido tenga, más ruido hará esto.
capitulo 159. Y ESTE SÁBADO, BOLO.
Hace 12 años
1 comentario:
Para dar cobijo a Candyman seguro.
Un saludete
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