Recuerdos imborrables

¿Costará una fortuna borrar una señal en el suelo cuando colocas otra que la inhabilita? Porque si no, no me explico que hacen dos "ceda" en la esquina de la calle Exposición con Juan Bautista Topete. Quizá sea una alegoría de la cortesía, una obra de arte urbano que nos incita a ser más amables con nuestros conciudadanos al volante... debe ser que yo, que soy un borrico con carné de conducir, no lo entiendo y por eso me resulta engorroso pasar por ahí porque no termina de quedar claro quién tiene la preferencia.
Al principio era más fácil, la señal recién pintada era la buena. Pero ahora que el tiempo empieza a hacer estragos, los malentendidos amenazan con aparecer en un caldo de cultivo favorable: el que pase primero tiene más fácil encontrar aparcamiento en una zona en la que cada plaza de zona azul (y no digamos roja) vale su peso en oro.