El otro día comentaba de pasada lo mucho que echo de menos los cines antiguos de Guadalajara, los del centro, donde pude disfrutar de peliculones como Drácula o Parque Jurásico. Pues bien, de un tiempo a esta parte cada vez que me dispongo a cruzar con el coche a la plaza de la Diputación desde la de Marlasca, me acuerdo de otro pasaje de mi infancia: las ferias.
Sí, porque cada vez que atravieso el paso de cebra me acuerdo del Missisippi, aquel falso barco lleno de pruebas donde a cada paso que dabas el suelo parecía desaparecer debajo de tus pies. Desconozco si este año habrá vuelto esa atracción, porque con la mayoría de peñas en el casco antiguo, apenas llegué a pisarlo; pero he recuperado esa sensación de incertidumbre gracias al pavimentado del citado paso de cebra. Vamos, que lleva un tiempo hecho puré.
El caso es que al principio apenas se notaba, pero con el paso de las semanas ha ido agrandándose el problema y ya es un cachondeo. Con lo que molestan esas cosas cuando llueve y lo pisas, que no solo te mojas como en un charco, sino que encima te salpicas enterito. En fin, que por lo menos le pone emoción, a ver cuando paso andando y me tuerzo un tobillo.
capitulo 159. Y ESTE SÁBADO, BOLO.
Hace 12 años
3 comentarios:
Una comparacion genial la que haces.
Si que a veces el suelo parece esa atraccion.
Un saludete
sigamos con la "memoria" esta calle es la de Topete,la pavimentaron tambien la hicieron los socialistas, que por cierto tardaron cantidad de tiempo,y visto lo visto el tiempo invertido no se corresponde con la calidad del trabajo, pero dicho esto igual de verguenza da ver el mantenimiento, que esto si le ha tocado a los del PP, en fin que da lo mismo enero que febrero
Garzon que vengan Garzon a verificar si es posible que alguien se machaque el tobillo. Todo puede ser que se ponga a picar la calle.
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