Aleluya, pues animados por el espíritu navideño han arreglado uno de los baches más descomunales de la ciudad. De hecho, empezábamos a dudar si era un bache, un valle u otro pantano seco, que por aquí abundan por más que llueva... Pero no seamos malos, celebremos mejor que no sufriremos más por nuestros amortiguadores cuando tratemos de atajar hacia Bejanque por el callejón de Santa María.
Además, para mayor regocijo, me consta que andan arreglando también el de la plaza de la Diputación, así que aunque parece que por aquí no ha caído el Gordo, el que no se consuela es porque no quiere.
capitulo 159. Y ESTE SÁBADO, BOLO.
Hace 12 años
1 comentario:
Pues mira que bien. Uno menos.
Un slaudete
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