viernes, 14 de noviembre de 2008

Canicas en el techo


La historia es de sobra conocida, porque a todos les ha ocurrido alguna vez o conoce alguna historia al respecto. Uno está tranquilamente acurrucado en su cama, a las tantas de la mañana, cuando de repente empieza a escuchar un extraño ruido de canicas en el techo. Si el vecino de arriba tiene críos, acabamos irremediablemente acordándonos de Herodes 'El Grande'. Si es una pareja de ancianos sin nietos a la vista, lamentamos los estragos que hace la edad en muchas cabezas. Pero si sabemos a ciencia cierta que encima nuestro no vive nadie, bien porque sea un piso abandonado o directamente un trastero, sumergimos la cabeza en el edredón y tratamos de pensar en cualquier cosa menos en 'Los Otros'. En cualquier caso, eso sí, nos preguntamos qué harán los dichosos niños/abuelos/fantasmas jugando a las cánicas a las tantas de la madrugada, sobre todo cuando han bajado tanto de precio las consolas de última generación.
La respuesta parece ser que es menos bizarra y/o sobrenatural de lo que nos gustaria: el ruido surge por las contracciones y dilataciones de las tuberías, amplificadas por las bovedillas del techo... o algo así.
El caso es que es una molestia con la que nos hemos acostumbrado a convivir, un desperfecto que, sin llegar a suponer el fin del mundo, nos encabrona cada vez que nos enfrentamos a él. La intención de este nuevo blog es precisamente esa: denunciar cada pequeño desperfecto de la ciudad en la que nací, Guadalajara, con la esperanza de que la magia de Internet permita que la información le llegue a quien pueda solucionarlo. Y por eso te invito a tí, futuro lector, a que mandes también tus quejas a lacanica@ono.com para que sean publicadas porque, quizás, uniéndonos acabemos haciendo de esta ciudad un sitio mejor del que ya es.

Ojalá con el tiempo pueda también publicar cómo las cosas son reparadas.


P.D. Si quieres entrar más en detalle sobre el fenómeno de las cánicas en el techo te recomiendo que entres aquí y aquí.

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